El Antequera CF vio frenada su dinámica positiva tras caer por la mínima ante un Yeclano efectivo que aprovechó un penalti para llevarse los tres puntos de El Maulí, en un partido gris que complica la pelea por el liderato.
La jornada no pudo dejar un sabor más amargo para el Antequera CF, que perdió en casa por 0-1 ante un Yeclano Deportivo que supo jugar sus cartas en un partido marcado por la falta de claridad ofensiva del conjunto local. El equipo de Javi Medina, que acumulaba dos victorias consecutivas, no encontró su ritmo y encajó una derrota dolorosa en el tramo final de la temporada.
Con 53 puntos en su casillero, el Antequera se mantiene tercero, a cuatro del líder Ceuta y con el mismo margen sobre el sexto, el Atlético de Madrid B. A falta de cinco jornadas, y con 15 puntos aún en juego, el próximo duelo ante el Mérida, quinto clasificado con 50 puntos, se perfila como una auténtica final por asegurar una de las cuatro plazas de playoff de ascenso.
El encuentro comenzó con control local del esférico, pero sin profundidad ni ocasiones claras. El Yeclano, paciente y bien plantado, apenas sufría en defensa. Las únicas notas positivas en ataque fueron los intentos aislados de Biabiany y Chema Núñez, que buscaron romper la monotonía ofensiva.
La acción decisiva llegó justo tras el descanso. En una internada rápida, Juanje fue derribado por Iván Pérez dentro del área. Víctor Olmedo asumió la responsabilidad desde los once metros y, pese a que Jero Lario llegó a rozar el balón, no logró evitar el 0-1.
El golpe fue más anímico que táctico. Desde las cabinas, debido a su sanción, Javi Medina movió el banquillo con los ingresos de Longo, Guillem, Elejalde, Xemi e Iván Rodríguez. El equipo ganó en empuje, pero sin acierto. Longo rozó el empate con un cabezazo que exigió al portero visitante. Luismi y Elejalde también lo intentaron, pero el gol no llegó.
El Yeclano se encerró con orden y oficio para proteger su ventaja, y El Maulí terminó en silencio, frustrado por un tropiezo inesperado que complica el camino hacia el sueño del ascenso.